A la construcción tradicional no le hace falta presentación alguna. El sistema constructivo más antiguo sigue siendo el más popular en España ¿por qué el modelo industrializado no ha logrado desbancar a la obra húmeda? En este artículo conoceremos las ventajas y el porqué de la vigente supremacía del modelo artesanal.
¿Qué entendemos por construcción tradicional?
Entendemos por construcción tradicional u obra húmeda todos aquellos trabajos constructivos que implican un grado de industrialización y procesamiento de materiales bajo. Es un sistema artesanal constituido por paredes de carga a base de ladrillos y hormigón armado, con cerramientos a base de paredes ejecutadas en obra.
Un sistema práctico, sólido y con historia:
En España, la construcción tradicional surge para dar respuesta funcional a los problemas surgidos de un estilo de vida basado en la agricultura y la ganadería. Un estándar muy expuesto a factores climáticos y orográficos adversos. La naturaleza acabó por determinar qué tipo de materiales nobles (piedra, madera, arcilla…) y técnicas (100% manuales) serían los más aptos. Un factor que también disponía el momento preciso en el que se edificaba: el período que había entre la cosecha y el período de lluvias.
Es interesante destacar que el ladrillo cuenta con once mil años de historia. Ya en el 9500 a. C. se empezaron a usar ladrillos de arcilla y adobe como elementos de construcción en el Levante mediterráneo. La evolución de las técnicas y de los asentamientos humanos permitió hacer más accesible el ladrillo de arcilla cocida (sustituyendo al adobe), así como el mortero de cal (sustituyendo al de barro).
En la actualidad, y fruto de las innovaciones y facilidades que se han abierto paso, toda esa diversidad de materiales y técnicas propias de cada territorio ha sufrido un proceso de homogeneización progresivo.
Sus ventajas: ¿por qué nunca dejaremos de construir a través de la obra húmeda?
Aunque la construcción industrializada ha llegado para quedarse, sin duda no ha podido desbancar al modelo clásico por excelencia. Y entre sus virtudes, destaca una que puede ser decisiva para muchos usuarios; en un inmueble tradicional no existe limitación en cuanto al diseño.
Hablar de obra tradicional es hacerlo de un sistema artesanal en el que el cliente tendrá más posibilidades de personalizar su futura vivienda. Ampliar esa libertad permite crear un proyecto más flexible y en el que hay cabida para la improvisación. Al ser una elaboración “in situ”, hay margen para el error y las modificaciones de última hora. Es un aspecto a tener en cuenta y al que no podremos optar de igual forma si nos decantamos por un hogar industrializado. Pero debemos tener muy presente, que los cambios introducidos durante el proceso de ejecución de toda obra, aumentan su coste y plazo de entrega, consecuencia a considerar antes de querer interceder en el curso de la edificación
¿Te interesa la opción más asequible? En los hogares industrializados estandarizamos el diseño para poder abaratar costes y ofrecerte un proyecto más económico. A cambio, no podrás acceder a un grado de personalización elevado. Para adecuar al 100% una vivienda a tus gustos, la obra húmeda es la mejor alternativa.
La importancia del solar ¿dónde se ubicará tu futura casa?
Ahora que ya sabemos cuáles son los puntos fuertes de cada tipo de construcción, vamos a considerar las características del solar. En un terreno irregular, con desniveles o pendientes, un hogar industrializado podría no ser la mejor opción. Para aprovechar al máximo ese supuesto entorno natural y adaptar el inmueble a su complejidad, un proyecto tradicional sería la solución perfecta.
Una vivienda estandarizada y de catálogo, por ejemplo, aprovecharía el solar de forma limitada. El grado de personalización elevado de la obra húmeda nos otorgaría una libertad mayor para jugar con el terreno y optimizarlo en base a las necesidades del cliente.
En solares accidentados también podemos adjuntar la construcción al terreno mediante un sistema constructivo mixto, empezamos con obra tradicional en aquellas partidas donde el prefabricado sea de difícil aplicación y una vez ejecutada esta fase, continuamos con el sistema industrializado
En GRUPO PAGÈS BCN (www.grupo-pages.com) nos adaptamos al sistema constructivo que mejor se adapte a tus necesidades; tradicional, Industrializado o mixto.
No apto para impacientes. Una construcción lenta y más cara:
La obra húmeda es más versátil pero su construcción artesanal es lenta y puede verse entorpecida por las inclemencias climatológicas. Además, a su duración hay que sumarle una mano de obra superior a la necesaria para los inmuebles industrializados. Al alargarse los plazos de entrega y exigir más recursos, el sistema constructivo tradicional es, sin duda, menos asequible que la obra seca.
Ahora que ya conoces en detalle el modelo constructivo industrializado y el modelo tradicional ¿Con cuál te quedas? Ambos son convenientes pero cuentan con especificaciones propias que te harán tomar la decisión definitiva.
Te invitamos a que conozcas nuestros proyectos de obra nueva realizados a través de de la obra húmeda, o que nos contactes si sigues con dudas respecto a qué tipo de construcción encaja más contigo.
REFERENCIAS
